El 26 de abril de 2024 entró en vigencia en nuestro país la Ley de 40 Horas que redujo en 60 minutos la jornada laboral semanal, y que busca disminuir de 45 a las 40 horas trabajadas en una semana en un plazo de cinco años, por lo que a un año de su implementación en empresas y diversas organizaciones son positivos los balances que se realizan tanto desde las autoridades como empleadores y trabajadores.

Y es que los numerosos beneficios para las personas y sus familias son la principal clave en la recepción que ha tenido esta normativa en el mundo laboral. Así también lo considera Hugo Álvarez, experto en empleabilidad, recursos humanos y CEO de Rise Job Hunting, quien destaca que “una de las principales ventajas de esta nueva normativa es que ayuda a la reducción del estrés, ya que trabajar menos horas a la semana ayuda a mejorar el bienestar físico, mental de los trabajadores y permite más horas libres para estar en familia o compartir con amigos. Del mismo modo, mejora en la productividad, permite gestionar de mejor manera el tiempo libre y realizar actividades que beneficien su salud y creatividad”.

En el mismo sentido, ex especialista agrega que “también pueden disponer de más tiempo para actividades personales, realizar actividades físicas, recreativas o culturales, lo que influye directamente en una mejor la salud mental, ya que la reducción de la jornada laboral puede disminuir la sintomatología ansiosa y depresiva”.

Por otro lado, desde el punto de vista de las empresas, según Hugo Álvarez “permite aumentar la productividad, ya que los colaboradores pueden regresar a su jornada laboral con una disposición diferente y entregar un rendimiento positivo. Al mismo tiempo, influye a que al interior de la organización exista un ambiente laboral más sano y productivo, lo que también puede mejorar la calidad de vida de los trabajadores”.

Y en cuanto a los desafíos futuros en su implementación, el CEO de Rise Job Hunting indica que “las empresas deberán encontrar formas de mantener o aumentar la productividad con menos horas de trabajo, lo que puede implicar costos adicionales para las empresas, especialmente si necesitan contratar más personal para mantener la productividad. Así mismo, pueden sufrir un impacto en la competitividad, especialmente en sectores donde la competencia es intensa. Y, tanto las compañías como sus empleados pueden necesitar capacitación y apoyo para adaptarse a la nueva jornada laboral y encontrar formas de mantener la productividad, como también puede surgir la necesidad de requerir políticas complementarias de apoyo en la transición a la nueva jornada laboral”.

Finalmente, y desde del punto de vista de las autoridades, existen algunos incentivos para las empresas que adopten esta legislación antes de lo exigido, como el Sello 40 Horas, que les otorgan un puntaje adicional a las organizaciones en las postulaciones a fondos concursables de Corfo o Sercotec.