Columna de Opinión de Cristián López – Profesor de Filosofía
Entre las tribulaciones diarias del quehacer de un país presentado por medios, periodistas y etc como en permanente estado de apocalipsis, donde la corrupción de cuello y corbata (incluida la que socava las bases de la débil institucionalidad y democracia que habitamos) hace de las suyas y las sanciones son quedarse sin postre después de cenar, y un país dónde la opinología desatada causa estragos promoviendo una ignorancia atrevida y descarada, nos enterarnos que nos encontrarnos con algo así como con 100 personas entre ciudadanas y ciudadanos que desean o se plantean la idea de ser candidato a la presidencia y porque no, presidente o presidenta.
Inevitablemente a mi memoria llegan los recuerdos de la década del 70 y 80 y en los programas clásicos de la época que, de vez en cuando o permanentemente, se hacía un concurso llamado “El igualito a… ” o “El Doble de …”, con la característica en común de que cuando llegaba un participante que estaba lejos de parecerse al artista que motivaba el concurso, los animadores hacían gala de una ironía cómplice con el público y le preguntaban con toda ternura “¿y quíen le dijo ud que se parecía a… ?”. Las respuestas no colaboraban a un mejor trato pues estas iban desde mi mamá, mi familia, mi esposa, mis hijos, mi esposo, y los infaltables compañeros o compañeras de trabajo
En el espacio radial de Filosofía y Algo Más del Hacemos Radio, bromeamos permanentemente respecto de una adaptación a esa situación pero con otra pregunta a raíz de la cantidad de candidatos y candidatas que aparecen en listas o de forma independiente, entonces decimos al aire y como reflexión: “¿y a ud quien le dijo que era un buen candidato?” o en su sentido más peyorativo “¿te cré’i figura?” Pero más allá de esa broma existen y subyacen muchas interrogantes lo suficientemente complejas y que para ser respondidas se requiere algo mas que un largo aliento:
- cómo determinan los partidos quién es buen candidato
- en sí mismo quién es un buen candidato
- cómo un independiente llega a determinar que es un buen candidato
- cuales on esas condiciones o requisitos para ser considerado un o una buena candidata
Seguro encontraremos algunas respuestas que harán referencia a criterios que al parecer ya no son tan criterios o argumentos utilizados en su momento como tener un título o haber ejercido el trabajo que el título define, o nos dirán la experiencia, o al ser alguien conocido y reconocido, e incluso nos dirán que las encuestas, ahora estas últimas no sé si están validadas socialmente para eso, luego de la última experiencia presidencial donde anunciaron candidaturas, tendencias y mayorías que ni siquiera llegaron a la papeleta final.
Cómo vemos es un interesante tema, sobretodo si no buscamos la respuesta desde la estructura y la llamada “clase política” nacional donde ya sabemos que la política territorial prácticamente no existe y las decisiones son tomadas por grupos de interés e influencia muy centralizados desde la capital o por caudillos o caudillas nacionales.
Si hacemos la analogía por el surgimiento de sectas, agrupaciones, etc, etc etc, que buscan responder a las carencias “espirituales” de las personas, de la carencia de sentido en sus vidas o la poca credibilidad en las instituciones religiosas, su autoridad y relato, nos damos cuenta que dejan en evidencia que estas instituciones encargadas de ese tan importante tema no son capaces de responder a estas exigencias de sentido, podemos decir sin ninguna duda que las instituciones políticas como los partidos y movimientos, en el caso de nuestro país tampoco son capaces de entregar respuestas muy claras al respecto de los candidatos y sus rasgos y condiciones, por lo tanto la pregunta es equivocada, no es quien le dijo a ud que podía ser un buen candidato, la pregunta correcta sería por qué ud o yo no seriamos buenos candidatos. ¿se anima? ¿cierto?.