- Por Christian Becker, abogado experto laboral y director de Becker Abogados.
El año 2025 se presenta como un período de transformaciones significativas en el ámbito laboral chileno, donde la implementación de nuevas leyes y ajustes económicos plantean desafíos tanto para empleadores como para trabajadores. A continuación, comparto los cuatro aspectos clave que marcarán el rumbo del derecho laboral en el próximo año.
1. Incremento del sueldo mínimo y su impacto en el mercado laboral
A partir de enero de 2025, el ingreso mínimo mensual en Chile se reajustará automáticamente, conforme a la variación acumulada del Índice de Precios al Consumidor (IPC) entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2024. Este aumento, aunque busca proteger el poder adquisitivo de los trabajadores, podría generar presiones adicionales sobre las micro y pequeñas empresas, que enfrentan mayores dificultades para absorber los costos laborales incrementados.
Desde una perspectiva laboral, este cambio podría traducirse en un aumento de los despidos por necesidades de la empresa, especialmente en sectores con márgenes de ganancia más bajos. Además, el aumento del salario mínimo puede ser un incentivo perverso para que las grandes empresas se limiten a pagar el mínimo, sin fomentar el desarrollo profesional ni la productividad de sus trabajadores.
2. Reducción de la jornada laboral: implementación de la Ley de 40 horas
A partir de abril de 2025, la Ley de 40 horas reducirá la jornada laboral máxima de 44 a 43 horas semanales. Aunque esta medida se celebra por su enfoque en mejorar la calidad de vida de los trabajadores, también trae implicancias económicas importantes.
La combinación del aumento del salario mínimo con una reducción de las horas semanales eleva el costo de cada hora trabajada. Este incremento, que a primera vista beneficia a los trabajadores al valorar más su tiempo, puede volverse insostenible en el largo plazo. Si los costos laborales son demasiado altos, las empresas —especialmente las pequeñas— podrían no ser capaces de seguir operando, lo que generaría despidos masivos y, en algunos casos, cierre o reducción de operaciones.
Esto no solo afecta a los empleadores, que enfrentan mayores costos, sino también a los trabajadores, quienes podrían perder sus empleos. Por ello, lo que inicialmente parece una ventaja para una de las partes, termina siendo perjudicial para ambas, generando inestabilidad en el mercado laboral.
3. Fortalecimiento de las investigaciones por acoso sexual: implementación de la Ley Karin
El año 2025 también será clave para la implementación de la Ley Karin, que establece protocolos obligatorios para la prevención y sanción de conductas de acoso sexual y violencia laboral. Tras los recientes escándalos en La Moneda, donde se denunciaron casos de acoso que sacudieron al gobierno, las empresas y organismos públicos deberán redoblar sus esfuerzos en la formación de investigadores y la gestión de canales de denuncia.
Esta ley genera nuevos desafíos para los empleadores, como la necesidad de capacitar líderes y equipos en la detección de conductas de riesgo, implementar procesos de investigación imparciales y fortalecer las políticas internas de prevención. Desde el punto de vista legal, el incumplimiento de estas obligaciones podría derivar en sanciones significativas y en una pérdida considerable de reputación corporativa. Este contexto exige a los abogados laborales estar preparados para asesorar y apoyar a las empresas en el cumplimiento de estas exigencias normativas.
4. Desafíos del teletrabajo: implementación de la Ley de Conciliación
Con la Ley de Conciliación o Teletrabajo en plena vigencia, el 2025 consolidará las normas que regulan esta modalidad laboral. La legislación establece derechos y deberes tanto para empleadores como para trabajadores, incluyendo la obligación de garantizar condiciones adecuadas de trabajo, el derecho a desconexión digital y medidas para fomentar la conciliación entre la vida laboral y personal.
En términos laborales, se anticipa un aumento en las consultas y litigios relacionados con la implementación de esta ley, como el cumplimiento de horarios, la compensación por gastos asociados al teletrabajo y la protección de la salud mental de los trabajadores. Esto plantea un desafío legal para las empresas que deben garantizar condiciones que se ajusten a las normas y, al mismo tiempo, permitan mantener su productividad.
Conclusión: Un 2025 de grandes desafíos para el derecho laboral
El próximo año será decisivo para el empleo en Chile y la evolución del derecho laboral. La combinación de un sueldo mínimo elevado, la reducción de la jornada laboral y la implementación de leyes como la Ley Karin y la Ley de Conciliación plantea un escenario complejo pero lleno de oportunidades para fomentar ambientes laborales más equitativos y justos.
En el corto plazo, estas medidas podrían parecer positivas para los trabajadores, pero si no son acompañadas por políticas que apoyen a las empresas, podrían generar efectos adversos tanto para los empleadores como para los trabajadores. Sin embargo, existen luces de esperanza.
Por un lado, se proyecta una inversión de 80.000 millones de dólares en minería, lo que podría dinamizar el mercado laboral, siempre que se logren destrabar los problemas de permisos en el país. Por otro lado, el cambio en el equilibrio político hacia una mayor representación de la derecha en las próximas elecciones podría traer un enfoque más pro-inversión y crecimiento. Esto, a largo plazo, beneficiaría la generación de empleos y la estabilidad económica.
El derecho laboral será clave para garantizar que estos cambios se implementen de manera equitativa, asegurando la sostenibilidad tanto para los empleadores como para los trabajadores en el Chile de 2025.