Se trata de la joven neerlandesa Zoraya ter Beek, quien programó su muerte asistida para mayo tras anunciar públicamente su decisión, poniendo en primera plana el debate por la eutanasia en el mundo.
La joven de 28 años residente en Países Bajos, ha tomado la decisión de someterse a la eutanasia tras vivir más de diez años con una profunda depresión. Ter Beek, que sufre de tres diagnósticos y condiciones psicológicas como depresión, autismo y Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), ha llegado a la conclusión de que su calidad de vida es insostenible.
Según sus declaraciones al medio británico The Sun, la falta de perspectivas de mejoría y el dolor incesante la han llevado a considerar la eutanasia como la única salida viable a su sufrimiento.
Durante su lucha, ter Beek exploró numerosas terapias y tratamientos farmacológicos sin encontrar alivio.
La devastadora afirmación de un psiquiatra de que «jamás mejoraría» marcó un punto de inflexión en su decisión. «Siempre tuve muy en claro que si no mejoraba, no puedo seguir con esto. No quiero morir, pero no puedo vivir así», expresó ter Beek, ilustrando la desgarradora encrucijada a la que se enfrentan muchas personas con enfermedades mentales graves.
Países Bajos se convirtió en el primer país del mundo en legalizar la eutanasia en 2002, permitiendo que los pacientes elijan la muerte asistida tras agotar todas las opciones de tratamiento razonables sin perspectivas de mejora.
En este contexto legal, ter Beek ha decidido que el procedimiento se realice en la comodidad de su hogar, en un ambiente sereno y con la asistencia de su médico, quien le administrará primero un sedante y luego un medicamento que detendrá su corazón.
Eutanasia y salud mental en Chile
En Chile, la eutanasia está completamente prohibida, sin embargo, desde 2018 existe una iniciativa en el parlamento que regula las condiciones para su ejercicio, modificando además el Código Penal. El proyecto de ley sigue a la espera de ser puesto en tabla en el Senado.
Por otro lado, según la encuesta IPSOS, nuestro país es el segundo país que más reconoce a la salud mental como uno de sus principales problemas de salud sólo después de Suecia.
A ello se le suma la percepción de que los tiempos de espera son excesivos, donde más del 60% de los encuestados está de acuerdo. Asimismo, es cada vez mayor la percepción de conciencia sobre el acceso a salud mental y su financiamiento, poniendo en relieve la necesidad de avanzar en mejores condiciones de cobertura y acceso.
La historia de Zoraya ter Beek resalta la complejidad de las decisiones al final de la vida y los debates éticos y legales que rodean a la eutanasia. Su elección refleja la importancia de abordar las enfermedades mentales con la misma seriedad y compasión que las enfermedades físicas, y plantea preguntas profundas sobre el derecho a elegir en situaciones de sufrimiento extremo.