La jardinería lenta es una forma consciente de relacionarse con la naturaleza. Para aplicarla, prefiere especies nativas y perennes, deja que las plantas crezcan a su ritmo y reutiliza lo que puedas.
Cuando estamos frente a un nuevo jardín, es inevitable imaginarlo cubierto de verde y con flores por doquier. Algunas personas llevan esto al extremo, trabajando la tierra con rapidez.
Sin embargo, construir un patio de forma acelerada puede tener altos costos para el ecosistema.
Por un lado, la producción de fertilizante es un proceso que consume mucha energía y libera gases contaminantes a la atmósfera. Por otro lado, los pesticidas pueden corromper la tierra, el aire y el agua. Para evitar que este hobby dañe a la naturaleza, muchos aficionados están prefiriendo la jardinería lenta.
La jardinería lenta es la manipulación consciente del jardín, donde se prioriza el bienestar del ecosistema por sobre la satisfacción pasajera de crecer plantas rápidamente. Al igual que las estaciones, este tipo de jardinería no se apura.
En este artículo te dejamos recomendaciones para crecer tu jardín de forma lenta. De todas formas, si no quieres un patio vacío mientras las plantas se toman su tiempo, puedes instalar un jardín vertical de Instagreen.
Adopta una actitud consciente
Para muchos principiantes de la jardinería, la televisión y redes sociales serán su mayor punto de referencia. Aunque esto está bien, hay que enfocarse en la inspiración y no la comparación. Tu jardín y tú mismo tienen distintas necesidades.
La jardinería es una actividad de conexión entre las plantas y las personas. ¿Qué le puedes ofrecer a estos seres vivos y viceversa? La respuesta son los cuidados. Al cultivar la naturaleza, esta tendrá efectos positivos en tu salud mental y bienestar.
Incorpora plantas perennes
La jardinería lenta apunta a mantener un jardín vivo durante los 12 meses del año. Las especies perennes son las más recomendadas por su presencia permanente. Estas vienen en forma de arbustos, árboles y flores, y puedes cultivarlas desde que son una semilla.
Prefiere especies nativas
Al crecer un jardín de forma lenta, también puedes asegurarte de que sea sostenible. Las plantas nativas son beneficiosas porque no dañan la tierra, gastan menos agua, están adaptadas al clima y atraen a los agentes polinizadores.
Cultiva usando tus sentidos
Para escoger las plantas de tu jardín, intenta expandir tus intereses y guiarte por tus sentidos. Esto elevará tu experiencia en el patio y estimulará tu percepción del ecosistema.
¿Quieres plantas para saborear? Prueba con un huerto de hortalizas. ¿Quieres disfrutar de distintos olores? Intenta con hierbas aromáticas. ¿Quieres ver flores brillantes? El chilco es un arbusto frondoso con flores fucsia. ¿Quieren sentir distintas texturas? Adopta variedades de cactus, suculentas y helechos.
Usa las herramientas manuales
Una forma efectiva de ralentizar tu proyecto de jardinería es abandonar los instrumentos electrónicos y favorecer los manuales.
La jardinería lenta propone abandonar el césped uniforme y cubrir la tierra con múltiples especies, así que desempolva tus tijeras de podar, el rastrillo y el azadón.
Reduce, reutiliza, recicla
¿Qué necesitas para tu jardín? Intenta encontrar objetos dentro de tu hogar para reutilizarlos y reducir tu basura.
Los envases de plástico pueden servir como maceteros o almácigos, mientras estén limpios y libres de BPA. La basura orgánica se puede transformar en composta. Incluso la ropa vieja puede ser reformulada para crear cubiertas para plantas en invierno y las fibras naturales se pueden agregar al compostaje.