A través de una declaración pública en un medio de distribución nacional, hoy la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales ha planteado cuáles son los lineamientos mínimos para el proceso de modernización del Estado, que involucra de manera directa a los funcionarios públicos.
Si bien plantean que la modernización del Estado es necesaria para poder tener un servicio público que vaya en beneficio de la población del país, critican que hay un sector político que “ha instalado en distintos medios la premisa de que la principal dificultad del proceso de modernización del Estado chileno es la supuesta rigidez de la legislación estatutaria que regula el empleo de las y los funcionarios públicos, rigidez que los vuelve inamovibles”.
Para la ANEF, los argumentos que se esgrimen respecto de que la inamovilidad de los funcionarios contratados en el Estado impiden la eficiencia y eficacia de la gestión pública, no son válidos, puesto que “en realidad se pretende completar la misión y decálogo del consenso de Washington, acudiendo a un elemental principio del neoliberalismo: la flexibilidad laboral, que es un eufemismo para hablar de precariedad laboral”, según indica el comunicado.
Desde el gremio plantean que un factor clave para discutir cómo avanzar en la modernización del Estado, un proceso que es tan necesario en un país que se desarrolla, que crece y que debe enfrentar desafíos y brechas tan grandes, como las que se manifestaron durante la pandemia, es la defensa de los derechos fundamentales de las y los funcionarios públicos, los que son reconocidos por los tratados internacionales y Convenios de la OIT que Chile ha ratificado, y la independencia de la función pública.
“Cuando la derecha comprenda que modernización no es sinónimo de precariedad laboral, que la acción de las organizaciones de las y los trabajadores contribuyen a acortar las brechas, disminuir la desigualdad y facilitar un diálogo participativo, que es el fundamento, en el mundo del derecho comparado del fortalecimiento del Estado, que lo que motiva a las y los funcionarios públicos a construir servicios de calidad, es la consagración del trabajo decente, y no el desasosiego, la angustia y al desapego que provoca la precariedad laboral; cuando se comprenda que lo que impide el fortalecimiento de la función pública es la ausencia hoy de una verdadera carrera funcionaria al servicio de los ciudadanos, en ese momento estaremos en condiciones de debatir una verdadera modernización del Estado”, cierra la declaración de la ANEF.