Columna de Opinión del Doctor Fernando Soto – Especialista Broncopulmonar
A raíz de diversos comentarios de las autoridades, que hacen referencia a que no se recomendaría la aplicación de una estrategia de Covid- CERO, porque sería una utopía alcanzar ese objetivo, sino más bien se propone convivir y aprender a vivir con el virus, estimo necesario aclarar el contexto chileno en el cual se plantea esta aparente controversia.
En primer lugar, la estrategia Covid CERO se basa en definir como política de Estado llegar a un nivel mínimo de contagios, idealmente cero. Ello es especialmente válido en enfermedades como el Covid 19 que provoca no solo mortalidad, secuelas en los sobrevivientes, sino una carga de efectos sociales, económicos, laborales y educativos, y por tanto es muy relevante controlar e idealmente erradicar.
Los países que lo han planteado así, si bien no han llegado a cero contagios todos ellos, (aunque algunos lo han logrado por días y hasta semanas, incluso meses), han reducido la cantidad de contagios a algunos pocos o cientos de casos diarios. Compare con la realidad chilena, donde los promedios semanales no bajan de 5.000 casos diarios, estable por meses. Esos países han logrado una baja mortalidad (Nueva Zelanda solo 23 fallecidos, en una población de 5 millones de habitantes), y con mínimas secuelas post-Covid 19 en las personas porque son pocos los infectados. Finalmente, han logrado llevar sus actividades habituales a niveles casi normales, con poco efecto económico, laboral y educativo.
Pero más allá que se logre llegar a cero contagios, lo relevante de esta iniciativa es el objetivo planteado, que permite focalizar todos los esfuerzos en un control ojalá permanente y efectivo de la enfermedad a los valores más bajos posibles de contagio.
Al respecto, vale señalar que la medida individual más efectiva y eficiente, cuando se escucha de nuestras autoridades que “hay que cuidarse”, es la MASCARILLA ADECUADA. Se ha demostrado efectivamente que una mascarilla adecuada debe ser certificada, hermética, tipo N95 ó KN95, es decir que filtre al menos el 95% de las partículas que miden 0,3 micras de diámetro o más, es decir muy pequeñas. NO son adecuadas las mascarillas quirúrgicas, que NO alcanzan ese nivel de filtración, ni son herméticas.
Por otro lado, convivir con el virus es una experiencia que hemos desarrollado por más de 15 meses.
La evidencia acumulada demuestra que la estrategia de convivir con el virus (en Chile basada en enfermarse de a poco y en tratar de aplanar la curva ) nos ha llevado a tener una de las tasas de letalidad y mortalidad más altas del mundo, con más de 40.000 fallecidos, miles de personas “recuperadas” pero con secuelas, y un costo social enorme.
En especial se han destinado miles de millones de dólares en implementar hospitales y comprar ventiladores, en contratar personal de salud y finalmente en paliar los efectos económicos de las personas, sin lograr frenar la pandemia sino solo paliar sus efectos. Y la vacunación, aunque exitosa en términos de cobertura, ha tenido hasta ahora escaso o nulo efecto sobre el control de la pandemia.
Elija.
E independiente de su decisión, que es libre y personal pero que debe basarse en información real, recuerde que, en Chile, en el escenario actual, incluida la presencia de nuevas variantes que están permanentemente ingresando al país, lo más relevante es que USE SIEMPRE MASCARILLA HERMÉTICA CERTIFICADA N95 Ó KN95. Muchos países ya están incluso repartiéndolas sin costo a sus ciudadanos porque entendieron que a nivel individual es la estrategia de prevención del contagio más efectiva.